Auto Sprint

Si nos ponemos a buscar un coche para la vida diaria en una ciudad, que sea barato, que sea pequeño para aparcarlo bien y que gaste poco, varias son las posibilidades que nos ofrecen los fabricantes, desde modelos como el Fiat Panda, el Nissan Micra, el Opel Corsa, el Audi A1 o el Mazda2 hasta coches más pequeños como el Citroën C1 o el Suzuki Alto.

En esta comparativa hemos querido poner frente a frente al Fiat 500, el Ford Ka y el Hyundai i10, todos ellos con motor 1.2 gasolina. Los tres son pequeños, se aparcan muy fácil, son ligeros y se mueven con gran agilidad. Por precio, representan la alternativa de transporte urbano, especialmente con sus motores de gasolina que por consumo ganan incluso a los modelos híbridos.

Diseño y espacio
El modelo coreano es sin duda el más sobrio en el aspecto diseño. El Ford y el Fiat sobresalen de sus competidores, uno por moderno y el otro por su estilo retro. A nuestro gusto el 500 es el más bonito de los tres aunque, como dice el refrán, «para gustos los colores».
Respecto a espacio y dimensiones, el italiano mide 3546 mm de largo, es el más cortito, y eso penaliza su maletero, que sólo llega a los 185 litros de capacidad. El siguiente en dimensiones es el coreano con 3565 mm de longitud y 225 litros de maletero, siendo el campeón en este aspecto. El mayor es el americano con 3620 mm y 224 litros de maletero.
Por colorido, ergonomía, calidad de realización y puesto de conducción el Ka está de los primeros. Tan sólo el Fiat puede ganarle en coloridos; ofrece hasta 500.000 combinaciones de personalización. Pese a que el italiano es el más pequeño, tiene la misma distancia para piernas que el Renault Twingo y suficiente maletero para la carga diaria. Lo malo que su diseño conlleva una anchura más justa y poca altura trasera.
El Hyundai es el mejor en optimización interior. Con las mismas dimensiones externas que el Kia Picanto, mejora tanto el espacio para piernas como el maletero. Además es el único homologado para 5 plazas y que tenga 5 puertas, más comodidad.

Motor y conducción
No podemos empezar sin decir antes que el Fiat 500 es una evolución de la plataforma del Panda y que es la misma que el Ford Ka. Comparten hasta un 80 por ciento de piezas (que se fabrican en Polonia).
El Fiat 500 tiene la menor anchura y batalla pero aguanta bien los cambios de dirección, en ciudad es muy vivaz. Gira en un pañuelo (su diámetro es de apenas 9,2 metros), frena bien, se aparca fácil y cuenta con la función City que incrementa la asistencia de la dirección para maniobrar a baja velocidad o aparcar.
El Ford Ka por su parte destaca por la dureza de su suspensión y exagerada goma (195/50 R15), algo incómodo si hay badenes o baches. La directa dirección y gruesas estabilizadoras consiguen una sólida pisada, gran agilidad en curva y la mejor frenada. La visibilidad trasera es uno de los fallos del Ka.
El i10 es el que más corre y el que más suena. Si la insonorización interior es un punto a mejorar, las prestaciones del motor son sin duda su gran ventaja. Tanto el Fiat como el Ford con sus motores de 69 CV se quedan un poco cortos en carretera. El Hyundai, sin embargo, con sus 78 CV es mucho más alegre y nervioso de conducir (en relación a los anteriores).
En velocidades punta, 160 km/h para el Fiat, 159 km/h consigue el Ford Ka y 164 km/h el Hyundai.

Comparativa i10, Ka y 500

Precios
La versión del Fiat que hemos probado cuesta 13.650 euros, aunque en función del acabado y los extras que pidamos los precios se vean incrementados o disminuidos. El Ford Ka está valorado en 12.100 euros y el Hyundai i10 nos saldrá por 12.450 euros.

Lo mejor de estos coches es sin duda la maniobrabilidad urbana y su poco consumo mientras que lo peor lo encontraremos cuando nos vayamos de viaje o cuando tengamos que transportar muchas cosas.
El diseño es bueno en los modelos Ka y 500 y lo mejor del Hyundai es su motor. La sonoridad mecánica, el comportamiento en firme irregular y la altura en las plazas traseras no son las ventajas de ninguno de los tres coches comparados.