En una mañana de agosto de 1978 el director de cine Claude Lelouch montó una cámara subjetiva en el morro de un Ferrari 275 GTB y le pidió a un amigo, piloto profesional de fórmula 1 (dicen que era Jean Pierre Jabouille) que lo condujera a toda velocidad por el corazón de París de madrugada.
Tras exhibir la película en público por primera vez, Lelouch fue arrestado. Nunca reveló la identidad del piloto y la película fue prohibida.