Buenos, bonitos y baratos
Tras la gran acogida que alcanzó el Logan en los mercados europeos, el fabricante rumano lanzó una segunda versión de este modelo con la carrocería Station Wagon. Unos vehículos en los que se ha trabajado especialmente en mejorar la calidad de las terminaciones y de los materiales empleados, en dotarle de una estética más conseguida y en maximizar la eficacia de sus propulsores, reduciendo notablemente las emisiones contaminantes y alcanzando una mejor fiabilidad.
El Dacia Logan se distingue por su habitabilidad. Sus dimensiones de 4.250 mm de largo, 1735 mm de ancho y 1.525 mm de alto, posibilitan que tres pasajeros de gran talla puedan acomodarse perfectamente en su asiento trasero con una distancia al techo de 25 mm. El espacio en los pies es generoso, de 420 mm. El radio medio en las rodillas es de 185 mm. La anchura interior trasera es de 1.420 mm. Es, en otras palabras, un nivel de habitabilidad próximo al que ofrece el Renault Vel Satis. Además de una excelente accesibilidad a todas las plazas, dispone de un maletero con un volumen interno de 510 litros. Un valor que supone cifras récord entre sus competidores, ofreciendo además una geometría que posibilita cargar objetos voluminosos con formas muy diversas.
Dacia Logan incorpora, además, una gama de motores cuya fiabilidad y cualidades dinámicas han sido suficientemente probadas en vehículos de la gama Renault. Así a los motores de gasolina de inyección multipunto con 1.4 y 1.6 litros de cilindrada se le añade el motor 1.5 dCi de 70 CV diesel common rail.
Las prestaciones del Logan en materia de seguridad cumplen a la perfección la normativa europea. Gracias a la experiencia y capital técnico del grupo Renault, las soluciones adoptadas han permitido alcanzar el nivel de 3 estrellas en los test Euro NCAP.
El Logan es competitivo tanto en el momento de su adquisición como a lo largo de su vida útil. En efecto, sus costes de mantenimiento han sido cuidadosamente estudiados y dada la sencillez y eficacia de las soluciones técnicas adoptadas, la realización de las operaciones de mantenimiento resulta muy sencilla. Las bombillas de los faros, por ejemplo, son accesibles desde el compartimiento motor, lo que simplifica enormemente su sustitución, incluso por el propio usuario del vehículo.
Dos años después de la comercialización de Logan, Dacia enriqueció su gama con la llegada del Break. Un vehículo habitable y con gran capacidad de carga, se aprovecha de todas las ventajas de su hermano con carrocería berlina añadiéndole modularidad y reforzando la polivalencia de uso.
Pasos de rueda bien marcados y capó esculpido, el diseño expresa calidad y robustez y no deja ninguna duda sobre sus genes. Así, se distingue de la versión berlina por un paragolpes delantero rediseñado en su parte inferior. Una entrada de aire más ancha y los nuevos nichos para los faros antiniebla delanteros confieren al coche una personalidad más acentuada.
Asimismo, se han ensanchado los bordes de la calandra reforzando la identidad de marca Dacia. Los junquillos laterales de protección, ampliamente dimensionados, protegen en los caminos y refuerzan la sensación de robustez. La línea de estilo en la cintura de la carrocería ha sido dinamizada por la forma redondeada del cristal de custodia. El techo sobreelevado, rematado por las barras, muestra una buena habitabilidad y favorece la sensación de espacio una vez a bordo del vehículo. En la parte trasera, el diseño de los pilotos asocia verticalidad y formas redondeadas, confirmando la modernidad del conjunto. Además, las puertas traseras con apertura 1/3 – 2/3 favorecen la funcionalidad del vehículo.
En el interior, las expectativas sugeridas por las líneas exteriores se confirman ampliamente. En la parte delantera, el espacio disponible en los hombros y en los codos es similar al de las berlinas del segmento M1 (segmento de Renault Mégane). Pero es en la parte trasera es dónde ofrece mejores valores. Disponible en versión de 7 plazas, acoge cómodamente a tres adultos en la segunda fila y otros dos en la tercera. Las plazas de la tercera fila son capaces de albergar a adultos de más de 1,90 m. Con una anchura a los lados de 1.421 mm y 1.287 mm y un radio en las rodillas de 170 mm y 174 mm respectivamente, los pasajeros de la segunda y tercera filas viajarán confortablemente instalados. Con relación a la berlina, la altura del techo ha sido aumentada en 102 mm. Consecuencia lógica, las superficies acristaladas son de generosas dimensiones y dejan entrar una gran cantidad de luz al habitáculo, lo cual favorece el bienestar y la convivencia a bordo.
La capacidad de carga también supone valores importantes, ya que ofrece 700 litros en configuración 5 plazas y 2.350 litros en configuración 2 plazas. Cuando acoge a 7 pasajeros, el maletero conserva aún una capacidad de carga de cerca de 200 litros. Además, el habitáculo dispone de huecos y espacios para objetos pequeños que totalizan 54 litros de capacidad adicional. En determinadas versiones, los pasajeros de las filas traseras también podrán aprovechar un hueco situado bajo el techo.
El Logan Break incorpora las motorizaciones que han contribuido al éxito de su hermano con la carrocería berlina y que ya han sido probadas en modelos de la gama Renault. Cuenta con dos motores de gasolina (1.6 de 90 CV y 1.6 16v 105 CV) y una motorización diesel (1.5 dCi de 70 CV). La caja de velocidades mecánica de 5 marchas viene engrasada de por vida. El desarrollo de esta caja de velocidades está pensando para maximizar las prestaciones del motor.
Por tanto, dos modelos muy asequibles económicamente y con unas prestaciones bastante meritorias y con el sello y la garantía de Renault.
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