La firma del rombo está dispuesta a democratizar el uso del cabrio como demuestra el lanzamiento del Renault Wind y el vehículo que nos ocupa hoy, la versión Coupé-Cabrio del nuevo Megane.

El Renault Megane Coupé-Cabrio une a las ventajas de la versión coupé un techo rígido escamoteable de cristal transparente que otorga gran luminosidad al interior del habitáculo, así como la posibilidad de dejar el techo al descubierto en 21 segundos accionando el botón pertinente.

La comodidad de la conducción en el modo cabrio se ha mejorado con respecto a la generación anterior gracias a que el travesaño del parabrisas se ha adelantado 10 cm y por el equipamiento de serie de un deflector de viento situado tras los reposacabezas de las plazas traseras. Este dispositivo garantiza el máximo confort al aire libre hasta los 90 km/h. Si se quiere ampliar el disfrute a cualquier velocidad se puede equipar opcionalmente la red antirremolinos desmontable, la cual se coloca tras las plazas delanteras para mantener a raya las perturbaciones ocasionadas por el viento.

En el interior se puede elegir entre nuevas tapicerías para los asientos de cuero, en concreto en carbono oscuro, beige claro o la combinación carbono/rojo. Los paneles de las puertas también son específicos respecto de la berlina y el coupé. Por lo demás los hasta cuatro ocupantes pueden disfrutar de la mayoría de sistemas que incluye el resto de la gama, como asientos regulables con memoria, sistema de navegación Carminat Tom Tom, manos libres o sistema de audio asociado a un puerto USB. El maletero de esta versión alcanza los 417 dm3 en modo coupé y los 211 en modo cabrio.

El cambio más significativo a la hora de valorar la dinámica del nuevo Coupé-Cabrio es el aumento de la rigidez de la carrocería en torsión, así como la nueva dirección asistida eléctrica, más precisa.  En combinación con la nueva gama de motores y cambios, el conjunto dinámico alcanza múltiples opciones para satisfacer a todos los usuarios. Los más destacados son el motor de gasolina TCe de 130 CV, el también gasolina 2.0 de 140 CV con cambio CVT sin rupturas de aceleración y el dCi de 110 CV con cambio automático de doble embrague EDC. El resto de motores son el gasolina 1.6 de 110 CV y los Diésel de 130 y 160 CV, todos ellos gestionados por un cambio manual de seis velocidades.

Para ayudar en el control el modelo está equipado con frenos ABS con repartidor electrónico de frenada, sistema de ayuda de frenada de emergencia y ESC con función de control de subviraje. La seguridad pasiva también se ha revisado en previsión de vuelcos. En este sentido la estructura de deformación se ha reforzado en los montantes del vano, los laterales de la carrocería, en los largueros laterales y en el piso. También se han introducido arcos de seguridad pirotécnicos que se despliegan en caso de vuelco inminente.

Todo ello servirá para que a partir de la primavera los amantes de los descapotables tengan otra competente alternativa, presentación en el Salón de Ginebra mediante.

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