40 años de experiencia en el desarrollo de coches deportivos por parte de Nissan han dado como fruto el actual modelo 370Z. Lejos queda aquel primigenio 240Z, pero el Nissan 370Z sigue respetando varias señas de esa identidad, largo frontal, habitáculo compacto y parte trasera truncada.

A primera vista se observa que el 370Z está claramente inspirado en el anterior 350Z. De hecho, una vista poco entrenada apenas encontraría diferencias apreciables entre ambos modelos. Esa apuesta por la continuidad puede explicarse por el gran éxito del 350Z, consiguiendo hacerse un hueco dentro del imaginario de todo conductor aficionado.

Más en detalle, el 370Z es algo más corto (65mm) y ancho (30mm) que su predecesor, lo que acentúa su estética musculosa y rotunda. La batalla también se ha reducido en 10 cm, por lo que la sensación de estar ubicados muy cerca del eje trasero es mayor. Sorprenden algunos detalles como los logotipos Z en la puerta delanteras, que actúan como intermitentes. Completan el conjunto estético las llantas fabricadas en aleación de alumino de 19 pulgadas que albergan neumáticos Bridgestone Potenza de medidas 245/40 delante y 275/35 detrás.

Dentro del habitáculo los cambios afectan a la calidad de los materiales, superior en el aspecto de los asientos deportivos o los pedales de alumino. Los asientos se pueden modificar en inclinación y altura de forma sencilla con un sistema eléctrico. Además ahora están calefactados, aumentado la comodidad. La escasa altura del Coupé se ha solucionado bajando la postura de conducción, lo cual repercute positivamente en el centro de gravedad, pero que disminuye ligeramente la visión frontal por el abultado capó y reduce casi al mínimo la visión por el cristal trasero. El diseño del asiento es muy aparente y cómodo, pero dificulta la colocación de los cinturones. Algo que habiendo aumentado la anchura del habitáculo podría haberse subsanado. Sin embargo, más allá de pequeños detalles el habitáculo está bastante conseguido con sistema de arranque sin llave Start/Stop, Bluetooth y sistema de navegación de serie.

De nada vale una atractiva apariencia en un deportivo si luego no se traslada al asfalto. En este caso el 370Z no defrauda. Su motor V6 de 3.7 litros y 331 CV es suficiente para transmitir gran energía a todas las maniobras que queramos realizar en cualquier tipo de régimen ya que el comportamiento del coche es más progresivo que su predecesor. También destaca su conseguido sonido deportivo, algo que seguro agradará al usuario habitual de este tipo de modelo. En cuanto al consumo sale mejor parado de la comparación con el 350Z. Los 10,5 litros de media según consumo homologado son una anécdota, pero también se observa un trabajo en este sentido, con un 35% de piezas nuevas en el propulsor.

El motor se puede gestionar con cambio manual de seis velocidades Synchro Rev Control, muy suave subiendo y bajando marchas, o con la novedad de la gama para el mercado europeo, el Downshift Rev Matching. Este cambio automático de siete relaciones se adapta perfectamente a nuestras acciones y puede ser accionado manualmente mediante las levas fijas incluidas en el cuadro de dirección. La evolución del binomio motor/cambio junto con la reducción de peso (32 kilos menos que el 350Z) ha mejorado el comportamiento, pero se echa en falta mayor estabilidad a altas velocidades, ya que a poco que el asfalto esté bacheado se notan muchas vibraciones.  El control de estabilidad ESP (que se puede desactivar para derrapar a gusto) corrige en parte esta tendencia, pero la rigidez del coche es difícil de salvar. Sin embargo, la perfecta combinación entre motor y la suavidad y rapidez de ambos cambios hacen olvidar este defecto otorgando al coche un carácter muy divertido y muchas sensaciones racing.

El Nissan 370Z se puede adquirir según acabados por un precio entre los 42.550 y los 51.600 euros.

Más información en la web de Nissan