Porsche ponía en el mercado el pasado verano la versión eléctrica de su exitoso SUV Macan, nacido en 2014 y del que ya se han vendido casi 900.000 unidades en todo el mundo. Hace unas fechas, nos pusimos al volante de este nuevo coche en un largo trayecto, durante dos jornadas.

El objetivo del fabricante germano es que sus coches eléctricos se conduzcan como un Porsche y que transmitan las sensaciones y deportividad propias de la marca. También, su aspecto externo y su habitáculo deben de reflejar todas las cualidades premium de estos modelos tan exclusivos.

Este Porsche Macan todo eléctrico mide 4,784 m. de longitud, 1,983 m. de ancho y 1,622 m. de altura, y la distancia entre ejes se incrementa hasta los 2,893 m. Con una carrocería muy moderna y atractiva, en la que destaca su capó frontal muy plano, puertas sin marco y una banda longitudinal en la zaga iluminada, presenta un aspecto excelente y una aerodinámica muy mejorada de tan solo 0,25 cx. Otra novedad, son las nuevas ópticas, que están divididas, con una luz diurna de cuatro puntos, y una óptica principal Matrix Led. En la parte baja de la carrocería incorpora unas láminas movibles en función de las necesidades de refrigeración de la batería. Las 8 diferentes llantas exclusivas, pueden ser de hasta 22 pulgadas, y el maletero cubica 540 litros, a los que se añaden otros 84 litros bajo el capó delantero.

El habitáculo tiene el ADN Porsche, En el salpicadero aparecen tres pantallas, una para la instrumentación de 12,5¨ y otras dos de 10,9 pulgadas -una central y otra opcional- para el pasajero. También, opcionalmente, pude incluirse un HUD proyectado en el parabrisas con función de realidad aumentada.

El sistema multimedia es propio de Porsche y basado en Android Automotive, y según la propia marca, dada su efectividad, hace innecesario recurrir a otras aplicaciones del smartphone, ya que permite introducir múltiples parámetros y opciones, aunque es compatible con Apple CarPlay y Android Auto.

El reconocimiento vocal funciona con decir de ¨Hey Porsche¨ y dar la instrucción requerida. Entiende el lenguaje natural y distingue entre la voz del conductor y la del acompañante.

Hay disponible 56 ledes en una barra que recorre el salpicadero y las puertas delanteras, que cambia de color, y hace diferentes animaciones, para indicar distintos elementos como el estado de carga etc.

Porsche ofrece cuatro versiones, con 360, 408, 516, y 639 caballos de potencia y con autonomías entre 613 y 591 kilómetros, en función de la motorización elegida, aunque todos montan la misma batería de 100 kWh (95 kWh netas) con potencias de recarga muy altas. Con corriente continua la batería se puede cargar a un máximo de 270 kW y con alterna, de 11 kW. Conectando a un poste de 400 kW, nos ofrece una autonomía de 250 km, cada 10 minutos de carga.

Todas las versiones montan una amortiguación de dureza variable con la suspensión neumática o convencional, y como opción, puede incluir eje trasero direccional de 5 grados.

Disponible en 14 colores sólidos, 59 especiales y diversos packs y sus precios de venta oscilan entre los 82.310 euros, hasta los 116.914 euros de la versión más equipada y potente.

Pudimos conducir la versión más potente Turbo y la de menor potencia y autonomía, en un recorrido de más de 500 kilómetros muy variado por carreteras de montaña y autovía. Podemos elegir entre cuatro modos de conducción: Normal, Sport, Sport Plus y Offroad. En este último modo, la carrocería se eleva 4 centímetros sobre el piso. Nos gusta especialmente la aceleración muy progresiva, la excelente estabilidad en todo tipo de trazados, e incluso, el ruido exterior e interior que ofrece un carácter más deportivo al conjunto. El sistema de lanzamiento o ‘Lauch Control’, ofrece un extra de potencia añadida muy interesante a la hora de realizar algunos adelantamientos.

Nos agradó la clara y abundante información que ofrece el Head Up Display, sin duda, el mejor, con mucho, que hemos conocido hasta el momento.

Durante todo el recorrido realizamos una conducción habitual, sin ‘ahorros’ innecesarios y pudimos llegar a nuestro destino en Salamanca y regresar a Madrid, sin necesidad de recargar con unos consumos cercanos a los 28 kW.

Como conclusión, podemos afirmar que Porsche va a seguir poniendo las cosas muy complicadas a sus escasos directos rivales, no solo por ofrecer un producto impecable y muy prestacional, sino también por saber mezclar la filosofía de un todo eléctrico con las características innatas de su marca.

Mario Escat