Bridgestone Europa publica su estudio 2009 | Auto Sprint

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Según el estudio realizado por Bridgestone a más de 52.400 vehículos de 15 países de la UE 8 de cada 10 conductores circulan con una presión de neumáticos inadecuada. Esta mala práctica se calcula que supone más de 4.000 millones de litros de combustible extra al año, o lo que es lo mismo, 5.200 millones de euros y 9,3 millones de toneladas de CO2 emitidos a la atmósfera. Datos preocupantes que no solo afecta a la economía y el medio ambiente, sino también a la seguridad activa de los vehículos, uno de los eslabones necesarios para evitar accidentes de tráfico.

Por: Dept. Redacción

Es el quinto año que Bridgestone Europa realiza su estudio de estado de neumáticos en todo el continente y los datos no son nada positivos. De los 52.400 vehículos comprobados en 2009 ocho de cada diez circulaban con al menos un neumático con la presión incorrecta, el 26% lo hacía con alguna de las gomas al menos 0,5 bares menor que lo recomendado y un 7% con 0,75 bares menos, lo que se considera extremadamente peligroso.

Otros datos que se han revelado han sido por ejemplo que el 16% de los neumáticos tenían una banda de rodadura inferior a 1,6 mm, el mínimo legal; que el 26,5 % de los consumen significativamente más combustible por el mayor esfuerzo de los neumáticos a la hora de rodar o que el 3% de los neumáticos durarán la mitad de su vida útil por estas malas prácticas.

Bridgestone neumático irregular

Bridgestone neumático irregular

En términos económicos la no comprobación de la presión de los neumáticos se calcula que puede llevar a un despilfarro al año de 7.700 millones de euros en toda Europa, entre mayor consumo de combustible y recambio prematuro de los neumáticos. En cuanto a la seguridad hay datos que afirman que circular con una banda de rodadura por debajo de lo legal aumenta un 40% el riesgo de sufrir aquaplanning entre otras circunstancias similares.

La marca japonesa recomienda comprobar la presión de las gomas cada dos semanas, y para los más filántropos la compra de neumáticos ecológicos de menor resistencia a la rodadura, reduciendo las emisiones de CO2.