Por: David Herranz
El reto de conseguir que un modelo especialmente deportivo como el Mazda3 tenga una versión aun más deportiva se ha cumplido con la segunda generación de la versión MPS, un compacto de altas prestaciones que ofrece grandes sensaciones gracias a sus 260 CV de potencia y un chasis renovado.
El diseño del Mazda3 MPS (Mazda Performance Series) se basa como no puede ser de otra forma en la carrocería del Mazda3 de cinco puertas. Un trabajo claramente inclinado hacia un público joven y fresco al que se le han añadido actualizaciones que hacen del MPS un modelo muy al estilo del tuning japonés. Los paragolpes delantero y trasero se han rediseñado para un acabado más sólido y atlético. El guardabarros especialmente diseñado para la versión MPS y la nueva toma de aire en el capó configuran un frontal agresivo y vistoso. También se incluye un alerón trasero más grande y unos spoilers laterales que dan la sensación de un centro de gravedad más bajo. Completan el conjunto unas llantas de 18″ y 10 radios que recuerdan a las del modelo RX-8.
Como no podía ser de otra manera, la actualización del motor de gasolina MZR 2.3 DISI del anterior modelo MPS es más eficiente. Ya equipado en el Mazda 6 MPS, repite potencia, 260 caballos para una velocidad máxima de 250 km/h (limitada electrónicamente) y una aceleración de 0 a 100 en 6,1 segundos. Sin embargo, el nuevo propulsor ahora cumple la exigente normativa de emisiones Euro V. Los 224 g/km de CO2 son una anécdota en un modelo de este tipo pero constituyen una sensible bajada. También es más compacto y ligero por lo que la sensación de velocidad es mayor. La eficiencia del motor se redondea con un cambio manual de 6 velocidades muy preciso, que ahora incluye tramos más largos para un uso más inteligente. Como curiosidad, decir que el MPS monta el primer catalizador del mundo fabricado con nanotecnología simple, que reduce el consumo de metales preciosos en su fabricación.
En Mazda se han esmerado para que el nuevo compacto ofreciera lo mejor a altas velocidades. Para ello, el chasis y la carrocería han sido revisados para permitir un mejor paso por curva y una mayor sensación de seguridad al volante. Fruto de esos esfuerzos son los estabilizadores de mayor diámetro con más separación entre los puntos de fijación que permiten una conducción más precisa y sencilla. Aunque lo que realmente ayuda a una mejora del paso por curva es el «autoblocante» insertado en el tren delantero. Esta herramienta actúa llevando hacia el interior el tren de tracción, por lo que es más difícil subvirar a máxima potencia.
También se ha revisado la suspensión y se han montado amortiguadores especiales para reducir la posibilidad de un eventual vuelco. Unido a sistemas como la nueva dirección asistida electrohidráulica EHPAS, el asistente de cambio de carril o el téstigo de presión de neumáticos, el nuevo Mazda3 MPS ofrece altas prestaciones sin olvidar la seguridad y el confort.
Su precio, 29.570 euros.
Más información en la web de Mazda.
