Por fin Asturias ha podido tener su propio Motor Show del que disfrutan otras ciudades de España y donde se mezclaron todas las actividades posibles dentro del mundo del motor de las cuatro y dos ruedas. No todo salió como querían los organizadores, pero el público supo perdonar los retrasos y errores de juventud que seguro se corrigen para las siguientes ediciones.
El recinto de la Feria de Muestras de Asturias y sus amplias instalaciones recibieron a más de 70.000 espectadores durante los tres días que duraron los distintos espectáculos y que fueron tan variados como para tener que elegir entre unos y otros que se simultanearon. En el parque del inglés se montaba un circuito para celebrarse los platos fuertes de competición, con distintas mangas en las que pudimos ver desde camiones hasta minimotos, de lo más grande a lo más pequeño, pasando por Freestyle, acrobacias en moto, coches de rally y drifting. Afortunadamente organizado y supervisado por gente entendida todo discurría sin novedad hasta que uno de los camiones se salía contra el publico sin causar afortunadamente daños personales, y es que en el afán de tener de todo se olvidó el tamaño y la inercia que puede coger un camión. Otro circuito con fines muy distintos era el destinado a demolición, bueno circuito, una explanada de tierra cerrada por un muro y flanqueada por cientos de personas a escasos centímetros de los coches chocando entre sí para ver quien era el ganador. Adrenalina al 100% para unos y otros, que afortunadamente termino sin consecuencias
Distribuidos por los pabellones de la Feria, las actividades más tranquilas coches clásicos, Tuning, motos y expositores relacionados con el motor, y uno de los puntos de más interés para el público las actuaciones de las “fuel girls“ que ligeritas de ropa jugaron con el fuego y las emociones de los presentes, dando calor a unas jornadas bastante desapacibles en lo climatológico.
